La clave esta en la prevención
25 oct
En los últimos cien años la evolución que ha tenido el cuidado y mantenimiento de la salud de los seres humanos, ha ido cada vez más entregada a los llamados sistemas de SEGURO DE SALUD. Al punto que se han convertido en rectores, organizadores, promotores y conductores de todo lo que tiene que ver con la salud.
Este modelo ha sido cada vez más criticado, basado en los resultados estadísticos que demuestran un crecimiento progresivo de las enfermedades crónico-degenerativas, a pesar del desarrollo innegable de la medicina moderna y de sus hospitales, escuelas de medicina y el armamento terapéutico.
No hay duda alguna de que las terapéuticas modernas, hoy día salvan vidas, víctimas de traumas, de problemas agudos de muy alta complejidad y que gracias a los antibióticos la mortalidad materno-infantil ha sido controlada. Pero, de manera muy lastimosa, las enfermedades crónico-degenerativas, prácticamente todas, están en aumento, algunas de ellas con crecimientos catalogados como “epidémicos” tal como está sucediendo por ejemplo con el cáncer, la diabetes mellitus y sus complicaciones, y no podemos dejar de mencionar, la primera causa de mortalidad: las enfermedades cardio-vasculares.
Precisamente, este hecho claramente nos afecta y debe ser motivo de preocupación de todo ser humano por un lado. Por otro lado la solicitud expresa de la Organización Mundial de la Salud, en la cual solicita a las organizaciones públicas o privadas, a que contribuyan a diseñar y ejecutar, programas de educación y promoción de la salud, programas de identificación, control y reversión de los factores de riesgo de la salud. Todos estos verdaderos pilares de la medicina preventiva, como la verdadera herramienta capaz de contener y reducir la morbilidad y mortalidad crecientes de las enfermedades crónico degenerativas. Estos dos elementos constituyen las bases para ofrecerle a la población general y profesional, la ruta indispensable e impostergable, de tomar todos nosotros las riendas del control preventivo de nuestra salud.
Nosotros: usted y yo, somos los responsables por nuestra salud. No en el gobierno, la escuela ni el médico. El médico le puede orientar, pero el verdadero responsable de su salud, es usted!
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